fbpx
Select Page

Hoy te quiero contar algo que pocos saben.

El jueves pasado, hice el último pago de un crédito que pedí para inyectarle capital a mi empresa en momentos de extrema crisis.

Cuando empecé, los créditos me daban mucho miedo y me generaban mucha ansiedad. Tanta, que mi mamá solía decirme “¡Te vas a infartar!”

Con los años, fui aprendiendo que las “deudas” no son “malas”. Que elegir pagar algo con el tiempo, no me hacía menos. Era una simple elección financiera.

También, con los años, fui aprendiendo también que tener una “crisis” dentro de tu vida o tu negocio, no solo te hace más fuerte, sino que te enseña un mundo de posibilidades. Empiezas a creer que realmente todo va a estar bien, que todo va a mejorar y que eso que estás viviendo es temporal.

También, de ahí, aprendí a confiar más en mi. Pero sobre todo, jamás imaginé, que esas vivencias de crisis, me iban a ayudar a quererme más.

La cosa es, que antes, pensaba que el “pasar por una crisis” en mi negocio, era sinónimo de “fracaso”. Y ese pensamiento me pesaba (sí, de peso en toneladas) tanto, que no me permitía (yo a mi misma) ver la realidad por lo que era, tomar al toro por los cuernos (como dicen) y permitirme VER lo grandioso que es un SER humano que SUPERA una crisis de esas. Estoy hablando de casi llevar la empresa a la quiebra.

En ese camino, también tuve que despojarme de cosas, personas, pensamientos y dudas. Algunas se fueron voluntariamente, otras no.

Y teniendo un excel de “cuentas por cobrar” de más de 1 millón de pesos (mexicanos), que me sirvió de dos cosas: para nada y para nada. Solo para llenarme de enojo y frustración. Pero definitivamente no para pagar las deudas. Porque los emprendedores “chingones” que me habían pedido crédito o pedido dinero prestado, no “podían” pagar. Las razones por las cuales yo toleré esas cosas, te las cuento en otro post, pues es otra historia y otra revelación.

No es que no hubiera ya pasado por otras crisis similares, o que nunca antes me hubiera quedado sin flujo de capital. Ahora era otro nivel. Ahora sí tenía el capital privado, pero era intocable a menos que hubiera una emergencia. Tenía más conocimientos. For $/)”$( sake! Estaba yo enseñando eso también. Síndrome del impostor acechándome. Yo escuchándolo a veces sí, a veces no. Pero callando eso que sentía… sentí mucha vergüenza. La ignoraba constantemente.

Pero no desistí. I knew better. Sabía dentro de mi que eso era temporal. Me recordaba constantemente todo lo que “ya había superado y sobrevivido a”. Seguí el camino con “entereza”, según yo.

¿Pero qué crees? La olla express estaba a punto de explotar.

Cuando explotó, me di cuenta de un patrón que tenía y que me había ayudado enormemente a sobrevivir por 20 años. Ese patrón era – callar mi corazón, ignorar mis sentimientos y mis emociones, y luchar lo más fuerte que pudiera. Mi perenne mecanismo de defensa para no sentir.

Y por explotar, me refiero a que otro suceso muy fuerte me vino a tambalear el tapete en el cuál estaba parada. Tanto y tan fuerte (emocionalmente para mi), que la olla explotó. Mi olla.

Así como las ollas express llenas de frijoles, explotan y los frijoles acaban hasta en tus calzones de lo fuerte que es la explosión, así yo con mis sentimientos y emociones. Estaban por todos lados y no tuve otra opción que verlos a la cara, SENTIRLAS y hacerme responsable de cada uno de ellas.

Se escribe fácil, porque ya pasé del otro lado de la acera. Pero en su momento era un roller coaster que sentía que me azotaba en cada bajada, cada curva y que de repente, mientras subía para otro round, me permitía sentir y llorar y liberarme.

Luego me topé con un mensaje que decía que la palabra -PASIÓN- viene del latín *passio*. Que viene del verbo *pati*, que a su vez quiere decir: padecer, sufrir, tolerar. WHAAAAAAT?

Y fue entonces que comprendí a un nivel de profundidad lo que significa tener “pasión por algo”– tanta pasión en eso que haces, en eso en lo que crees, que estés “dispuesto a sufrir” por alcanzarlo.

Y ojo, no, NO estoy diciendo que tengamos que sufrir ehh. Pero sí creo que es parte de la vida, y que para “dejar de sufrir” se requiere de niveles de consciencia consciente altos. Ese también es otroooo post.

En fin, lo que quiero decir con este post, es que si alguna vez te has:

💸Quedado sin dinero

🪢Has tenido que pedir un crédito para invertir en tu negocio

🙇‍♀️Has tenido deudas que parecen impagables

Etc.

E inclusive si has pensado “y si no puedo? y si no lo logro? o un cómo shingaos voy a llegar a fin de mes?”

¡Es parte del ruedo! – creo yo.

Mi punto de vista es que es como un video juego. Cada que pasas de nivel, se va a haciendo “más complejo”. A veces hay que repetir el nivel, porque al primer intento no se pudo. Pero entre más niveles pasemos, más profundidad a las cosas y a los conceptos le damos.

A veces, para pasar al siguiente nivel hay que despojarnos de todo. Por que solo así podemos ver lo que ya no es parte de nosotros para ese siguiente nivel.

Posibilidades:

🥰 Si alguna vez has tenido la percepción que quien parece tenerlo todo “bajo control” o que “ya la hizo”– también tenemos ups & downs. También duele. También sentimos feo. Solo ni eso nos hace dudar de nuestra misión o de lo que realmente queremos.

😎 Todo es temporal. ¡Todo! Los buenos momentos, pasan. Los malos momentos, pasan. ¡Qué maravilloso es saberlo! Da siempre esperanza.

🫶 La maestría (en cualquier topic) viene de hacerlo repetidamente y de intentarlo, aunque el resultado no sea el que esperábamos inicialmente.

🤠 Lo más bonito de tocar fondo, es que la única opción que queda es ¡subir!

🌪 Después de cualquier tormenta, realmente llega la calma y sale el sol. ☀️ Y en ocasiones, la vida te regala hasta el arcoiris🌈

¡Excelente inicio de semana mi mente brillante!